Con más de 40 grados este es un remanso de paz y tranquilidad en el que podemos «refrescarnos» en esta piscina que es una bendición.
El trato muy amable y el hotel excelentemente restaurado. Lo disfrutamos mucho porque con el calor que hizo era imposible salir después de las nueve de la mañana ni antes de las nueve de la noche. Ya salió mi gen extremeño !!exajeraaá!!!